En el Estadio Nacional.
El Estadio Nacional se vistió de gala para dar comienzo oficial a la competencia subcontinental, sorprendiendo tanto a asistentes como deportistas por lo atractiva y novedosa: en una experiencia inédita para este tipo de ceremonias, las delegaciones fueron protagonistas del show. El público también pudo participar, portando pulseras luminosas que generaron un espectáculo increíble. Además, Chile le mostró al mundo su rica historia cultural.
Reinaba el silencio… El único sonido audible era el murmullo de los 25.000 asistentes al Estadio Nacional, quienes esperaban ansiosos el inicio de la ceremonia. De pronto se escuchó el andar acompasado de las bandas de la Defensa Nacional y de Carabineros, que ingresaban a la cancha del Coliseo bajo la dirección del Teniente Coronel Claudio Rivera. Ellos fueron los encargados de guiar el himno nacional mientras la bandera de Chile comenzaba su izamiento sobre el tablero marcador.
La canción nacional se escuchó con fuerza y fue un claro signo de la importancia que los chilenos le dan a ser el país anfitrión de los X Juegos Suramericanos Santiago 2014. Mientras el público tomaba asiento, las delegaciones de los 14 países salían a la cancha siguiendo a sus respectivos abanderados, donde destacó el gimnasta chileno Tomás González.
Por primera vez en este tipo de instancias, los deportistas fueron protagonistas importantes en un expectáculo donde la cultura chilena se robó las miradas. Una serie de imágenes y recreaciones llenaron de color al Coloso de Ñuñoa, mientras se recorría la historia del país. La cultura ancestral de los pueblos originarios, los mitos y las leyendas propios de esta tierra y sus inigualables paisajes fueron parte de la ceremonia, mientras la música típica y popular marcaban los tiempos.
El destacado concertista Roberto Bravo tocó el piano para los presentes, siendo luego acompañado por la promisoria intérprete pascuense Mahani Teave. El cantante tropical Américo también marcó presencia con su tema “Que levante la mano”, desatando la alegría y el baile.
Luego vino el turno de los discursos: comenzó el Presidente del Comité Olímpico de Chile, Neven Ilic, quien destacó que “ha llegado el día y estamos preparados para mostrar lo que somos, el esfuerzo que hicimos y estamos listos para mostrarle al mundo lo que fuimos capaces de hacer en cuatro años”. Posteriormente tomó la palabra el mandamás de la Organización Deportiva Suramericana (Odesur), Carlos Arthur Nuzman, quien agradeció al país organizador, valorando el enorme esfuerzo de mantener el compromiso de ser anfitriones, pese al devastador terremoto sufrido en febrero de 2012 y poniendo como ejemplo del espíritu de solidaridad y voluntad inquebrantable de los chilenos el rescate de los 33 mineros de la mina San José. “Demostraron una vez más su capacidad de superación, reconstruyeron un país y a pesar de lo grave de la situación, Chile mantuvo la determinación de ser la sede de los Juegos Suramericanos”. La autoridad deportiva presentó al Presidente de la República de Chile, Sebastián Piñera. “Porque un país de desportistas es un país más, sano, y un país más sano es más feliz, doy por inaugurados los Juegos Sudamericanos Santiago 2014”, afirmó el Mandatario, marcando la apertura oficial de los Juegos.
El juramento de los atletas fue encabezado por la tiradora skeet chilena Francisca Crovetto. Luego fue el turno de los jueces que participarán en la competencia de cumplir con el tradicional rito.
Sólo faltaba prender la Lanza de Lautaro con el fuego olímpico. La primera en tomarla fue la ex atleta Marlene Ahrens, la primera y única mujer chilena en lograr una medalla olímpica (Melbourne 1956), pasando luego al ex tenista y triple medallista olímpico Fernando González. El fuego siguió su recorrido en las manos del ex boxeador Carlos Lucas, bronce en los Juegos de 1956; y de Iván Zamorano, capitán del equipo de fútbol que logró el tercer puesto en Sydney 2000. Nicolás Massú, único doble oro olímpico chileno, fue el encargado de encender la Lanza, cuyo fuego subió hasta llegar a lo más alto de la Cordillera enclavada en el centro del campo.
El ritual tuvo como música de fondo al grupo Los Jaivas, banda de más de 50 años de trayectoria, que interpretó la canción “Todos juntos”, cuya letra encierra el espíritu de unión y colaboración entre los países de la región que tienen estos Juegos Suramericanos. Además, hubo un espectacular show de fuegos artificiales, que dejó boquiabiertos a los presentes, quienes cerraron la ceremonia al ritmo contagioso de las canciones de Américo.
Abanderados de la ceremonia inaugural
Chile: Tomás González – Gimnasia artística
Argentina: Federico Molinari – Gimnasia artística
Aruba: Laurence Wilming – Bolos
Bolivia: Rudolf Knijnenburg – Tiro Deportivo
Brasil: Arthur Nabarrete – Gimnasia artística
Colombia: Jackeline Renteria – Lucha
Ecuador: Jorge Bolaños – Patinaje Velocidad
Guyana: Winston George – Atletismo
Panamá: Juan Carlos Narváez – Bolos
Paraguay: José Lobos – Natación
Perú: Isabel Aco – Karate
Surinam: Renzo Tjon-A-Joe – Natación
Uruguay: Marcelo Chirico – Equitación
Venezuela: Gregorio Peña – Atletismo
Prensa IND