Filosofía que sin duda han ganado con el tiempo, porque Gonzalito con sus 69 años y Cárcamo con 68 años todavía siguen batallando para salir adelante.
El 1º de enero de 1988 José Gonzalez, más conocido como ‘Gonzalito’ llegó al CPD –Concejo Provincial del Deporte- a trabajar como auxiliar, ya estaba casado con la Sra Luzmira y tenía a sus dos hijas chiquititas, por eso el trabajo le venía bien aunque nunca se imaginó que pasarían tanto años y tanta gente por su lado, porque estos dos funcionarios literalmente los han visto pasar a todos, ‘de capitán a paje’.
Aquejado por una artrosis, se define como un valiente ya que asegura que no ha sido fácil todo lo que le ha tocado soportar, pero también es un agradecido de la vida porque a la hora de los balances dice que ‘son mucho más las cosas buenas que me han tocado’.
La templanza y fortaleza son dos grandes cualidades del Sr. González, ah! Y como no mencionar su sentido del humor y ‘la talla a flor de labios’ que siempre tiene, y por supuesto el buen piropo que más de una vez han disfrutado todas las damas de la Dirección Regional.
Siempre ‘al pie del cañón’ fue el cuidador oficial del albergue para los Juegos del Bicentenario durante todos los días y no era raro verlo con su mejor cara a las 4 de la mañana caminando por los pasillos. Que envidiable vitalidad!!!
Después de que se integró el Sr. González al servicio, dos años más tarde, el 1º de noviembre de 1990 llegó a trabajar Don José Cárcamo, calladito como siempre pero ‘con una voluntad de oro’ para ayudar cada vez que uno se lo pide.
La vida para Carcamito tampoco ha sido fácil. Es el principal sustento de su familia y junto a su señora después de criar a 3 hijos se hizo cargo de su nieta regalona, hoy de 16 años que se ha transformado en su principal responsabilidad.
Quienes trabajan con él, dicen es ‘es bueno pa’ la pega’ aunque ya las piernas no le respondan tan rápido como quisiera, pero igual evento que hay siempre se le ve como una hormiguita trabajando.
Los que conocen a este par de viejitos queridos aseguran que los van a extrañar y cómo no, son tantos años, tantos los recuerdos y por sobre todo, tantos los afectos.
Gracias por todas las enseñanzas que nos dejan, enseñanzas de vida como las que pocas personas nos pueden dar…..gracias por la paciencia, la buena voluntad y la buena onda.
Después de conocerlos lo único que nos queda es preguntarnos si cuando lleguemos a esa edad, ¿nos recordarán con tanto cariño como lo vamos a hacer nosotros con Gonzalito y Carcamito?. Para eso nos falta hacer harto mérito todavía. Ahmedabad