Unas líneas sobre los origenes del Go, ancestral juego de estrategia.
Han pasado mas de cinco mil años, desde que un emperador chino inventara un juego, con la finalidad de que su hijo adquiriera destreza, en el siempre difícil arte de gobernar; y hoy, en nuestros días, si bien el juego no tiene como prioridad esa connotación, sin embargo es practicado por mas de 50 millones de seres humanos en el mundo, de los cuales el mayor porcentaje se ubica en Asia.
En el Imperio Celeste, en sus inicios, adoptó el nombre de WeiQi, que según los tratadistas tuvo características esotéricas, estando vinculado no solo con la antigua filosofía china de las dos fuerzas de la naturaleza cósmica, sino también con el Taoismo.
1300 años después, vía Corea -donde se le designa como Baduk- llegaría al País del Sol Naciente, en el que recibió por denominación I-GO, o simplemente GO; nombre con el cual se le conoce hoy en todo el mundo.
Ya en el pasado, sirvió para definir el curso de las guerras; y los estudiosos del tema nos dan luces, que en la antigua China, durante la Dinastía Tang, con una partida de este juego, se evitó que continúe una carnicería entre dos bandos familiares.
El GO, se juega sobre un tablero constituido por 19 líneas verticales y 19 horizontales; justo en los puntos de intersección de éstas; que es donde se colocan las fichas ,a las cuales se denomina piedras, y que son de dos colores: negro y blanco; las cuales tienen connotaciones esotéricas.
Hay quienes manifiestan que el tablero es una representación del centro del universo, y las fichas, la dualidad de todo lo que existe dentro de este; vale decir aquellas fuerzas que se oponen y se complementan a la vez. Pero eso no es todo, sus 361 intersecciones equivalen a los días del año; y los cuartos del tablero, a las estaciones de este.
Se dice además, que cada quien verá en el tablero solo lo aparente, lo físico; sin embargo, aquellos que han profundizado o se han iniciado en el estudio de la filosofía -entre ellas la budista- y las ciencias herméticas, tendrán la posibilidad de ver con el pensamiento, su esencia; llegando a descubrir todo aquello que permanece oculto, esperando ser develado.
Otro principio budista muy aplicado al Go es la temporalidad de las cosas; vale decir que una situación no permanece estática, sino que tiende a cambiar, a transformarse. Motivo por el cual se debe estar preparado para afrontar esa circunstancia y aprovecharla a nuestro favor.
En el Perú, el Go es introducido por los inmigrantes asiáticos: chinos y japoneses, quienes lo jugaban con discreción en largas partidas, que muchas veces insumían varios días. Llegando al hacer esto incluso a abandonar sus negocios, de allí que los familiares de los antiguos jugadores, cuando estos fallecían, acostumbraban a enterrar a sus difuntos con su tablero y fichas del Go en singular gesto de muchas interpretaciones.
En la actualidad, la Asociación Peruana de I-Go Shogi, tiene a su cargo la misión de difundir este juego milenario que permite descubrir la personalidad de cada jugador; y en el que necesariamente se debe construir un territorio. Sorteando para esto una serie de pequeñas batallas, y aprendiendo durante el desarrollo de la partida a compartir y aprovechar las oportunidades que se nos presenta en la vida; descubriendo al final la forma de vencerse a si mismo.
El Go, juego digno de estrategas, materia obligada en las escuelas de negocios y academias militares, ahora con el auxilio del Internet; ha llegado a nuestras vidas para quedarse por siempre. Ahmedabad
Han pasado mas de cinco mil años, desde que un emperador chino inventara un juego, con la finalidad de que su hijo adquiriera destreza, en el siempre difícil arte de gobernar; y hoy, en nuestros días, si bien el juego no tiene como prioridad esa connotación, sin embargo es practicado por mas de 50 millones de seres humanos en el mundo, de los cuales el mayor porcentaje se ubica en Asia.
En el Imperio Celeste, en sus inicios, adoptó el nombre de WeiQi, que según los tratadistas tuvo características esotéricas, estando vinculado no solo con la antigua filosofía china de las dos fuerzas de la naturaleza cósmica, sino también con el Taoismo.
1300 años después, vía Corea -donde se le designa como Baduk- llegaría al País del Sol Naciente, en el que recibió por denominación I-GO, o simplemente GO; nombre con el cual se le conoce hoy en todo el mundo.
Ya en el pasado, sirvió para definir el curso de las guerras; y los estudiosos del tema nos dan luces, que en la antigua China, durante la Dinastía Tang, con una partida de este juego, se evitó que continúe una carnicería entre dos bandos familiares.
El GO, se juega sobre un tablero constituido por 19 líneas verticales y 19 horizontales; justo en los puntos de intersección de éstas; que es donde se colocan las fichas ,a las cuales se denomina piedras, y que son de dos colores: negro y blanco; las cuales tienen connotaciones esotéricas.
Hay quienes manifiestan que el tablero es una representación del centro del universo, y las fichas, la dualidad de todo lo que existe dentro de este; vale decir aquellas fuerzas que se oponen y se complementan a la vez. Pero eso no es todo, sus 361 intersecciones equivalen a los días del año; y los cuartos del tablero, a las estaciones de este.
Se dice además, que cada quien verá en el tablero solo lo aparente, lo físico; sin embargo, aquellos que han profundizado o se han iniciado en el estudio de la filosofía -entre ellas la budista- y las ciencias herméticas, tendrán la posibilidad de ver con el pensamiento, su esencia; llegando a descubrir todo aquello que permanece oculto, esperando ser develado.
Otro principio budista muy aplicado al Go es la temporalidad de las cosas; vale decir que una situación no permanece estática, sino que tiende a cambiar, a transformarse. Motivo por el cual se debe estar preparado para afrontar esa circunstancia y aprovecharla a nuestro favor.
En el Perú, el Go es introducido por los inmigrantes asiáticos: chinos y japoneses, quienes lo jugaban con discreción en largas partidas, que muchas veces insumían varios días. Llegando al hacer esto incluso a abandonar sus negocios, de allí que los familiares de los antiguos jugadores, cuando estos fallecían, acostumbraban a enterrar a sus difuntos con su tablero y fichas del Go en singular gesto de muchas interpretaciones.
En la actualidad, la Asociación Peruana de I-Go Shogi, tiene a su cargo la misión de difundir este juego milenario que permite descubrir la personalidad de cada jugador; y en el que necesariamente se debe construir un territorio. Sorteando para esto una serie de pequeñas batallas, y aprendiendo durante el desarrollo de la partida a compartir y aprovechar las oportunidades que se nos presenta en la vida; descubriendo al final la forma de vencerse a si mismo.
El Go, juego digno de estrategas, materia obligada en las escuelas de negocios y academias militares, ahora con el auxilio del Internet; ha llegado a nuestras vidas para quedarse por siempre. Ahmedabad