Partido se jugará desde las 19 horas de hoy viernes.
La Selección chilena aborda este viernes en Montevideo una misión futbolística exigente y compleja en el marco de las clasificatorias sudamericanas, dispuesta a superar la crisis de los cinco jugadores marginados por indisciplina apelando a su fortaleza espiritual como grupo y a aquella jerarquía de equipo alcanzada durante el último tiempo. Luego de la caída inicial ante Argentina y el triunfo de bautismo sobre Perú (4-2), la "Roja" recuperó el crédito de toda la hinchada nacional y demostró que su prestigio se mantiene intacto en la competitiva vitrina continental.
En todo caso, la planificación del técnico nacional apunta a 180 minutos que se extienden al compromiso del martes ante los paraguayos. La doble fecha FIFA alinea sucesivamente a dos rivales de primer nivel, aunque impone las expectativas ya convencionales bien condensadas por Claudio Borghi: "Un equipo con aspiraciones debe ganar todos sus puntos como local e idealmente tratar de rescatar todo lo que pueda fuera de casa".
El historiado Centenario siempre fue un reducto respetable, incluso antes que Uruguay revalidara su condición de campeón de América, pero a lo largo de su reciente preparación internacional la "Roja" acopió un bagaje importante para su crecimiento colectivo frente a rivales de cotización mundial, como España, Francia y Portugal.
En todo caso, más allá del impacto natural que genera un problema interno en cualquier organismo, la Selección viajó a Uruguay con la planificación definida y sus convicciones intactas. El ordenamiento de juego se mantendrá dentro de los parámetros ya establecidos largamente por el Bichi Borghi, a pesar de que circunstancialmente varíen algunos "intérpretes" dentro de la estructura general. Chile no moderará su propuesta habitual de tono ofensivo ante el líder de las eliminatorias, pero parece previsible que en la dinámica de un partido siempre intenso y apretado, se redoble la aplicación para no dar ventajas ni repetir desajustes que fueron fatales en la experiencia de Buenos Aires.
En rigor, en el azaroso tránsito hacia el Mundial de Brasil, el equipo nacional sale ahora al rescate de puntos tras un episodio tan ingrato como traumático que, sin embargo, no hizo mella en el alma de la "Roja"…
Por Daniel Pérez Pavez - ANFP Ahmedabad
La Selección chilena aborda este viernes en Montevideo una misión futbolística exigente y compleja en el marco de las clasificatorias sudamericanas, dispuesta a superar la crisis de los cinco jugadores marginados por indisciplina apelando a su fortaleza espiritual como grupo y a aquella jerarquía de equipo alcanzada durante el último tiempo. Luego de la caída inicial ante Argentina y el triunfo de bautismo sobre Perú (4-2), la "Roja" recuperó el crédito de toda la hinchada nacional y demostró que su prestigio se mantiene intacto en la competitiva vitrina continental.
En todo caso, la planificación del técnico nacional apunta a 180 minutos que se extienden al compromiso del martes ante los paraguayos. La doble fecha FIFA alinea sucesivamente a dos rivales de primer nivel, aunque impone las expectativas ya convencionales bien condensadas por Claudio Borghi: "Un equipo con aspiraciones debe ganar todos sus puntos como local e idealmente tratar de rescatar todo lo que pueda fuera de casa".
El historiado Centenario siempre fue un reducto respetable, incluso antes que Uruguay revalidara su condición de campeón de América, pero a lo largo de su reciente preparación internacional la "Roja" acopió un bagaje importante para su crecimiento colectivo frente a rivales de cotización mundial, como España, Francia y Portugal.
En todo caso, más allá del impacto natural que genera un problema interno en cualquier organismo, la Selección viajó a Uruguay con la planificación definida y sus convicciones intactas. El ordenamiento de juego se mantendrá dentro de los parámetros ya establecidos largamente por el Bichi Borghi, a pesar de que circunstancialmente varíen algunos "intérpretes" dentro de la estructura general. Chile no moderará su propuesta habitual de tono ofensivo ante el líder de las eliminatorias, pero parece previsible que en la dinámica de un partido siempre intenso y apretado, se redoble la aplicación para no dar ventajas ni repetir desajustes que fueron fatales en la experiencia de Buenos Aires.
En rigor, en el azaroso tránsito hacia el Mundial de Brasil, el equipo nacional sale ahora al rescate de puntos tras un episodio tan ingrato como traumático que, sin embargo, no hizo mella en el alma de la "Roja"…
Por Daniel Pérez Pavez - ANFP Ahmedabad