La cifra de obesidad infantil alcanzó los dos dígitos, según el último informe en la materia entregado por el Ministerio de Salud.
Uno de cada tres niños ingresa a la educación básica con exceso de peso. Ese es uno de los datos entregados por el ministerio de Salud, en el último informe sobre obesidad infantil, correspondiente al año 2012.
Las cifras indican que la obesidad aumentó desde un 9,8% en 2011 a un 10,3% en el 2012, datos recogidos desde los controles de “niño sano” que alcanzan al 90% de la población menor de seis años en el país.
El presidente del Colegio Médico, Enrique Paris, reconoce los esfuerzos hechos en materia de políticas públicas, pero aclaró que es fundamental trabajar más de cerca con el mundo escolar: “El Estado ha estado preocupado, hay un programa de la Primera Dama que es muy positivo. Sin embargo hay que atacar también con educación en colegios, en escuelas, educación parvularia y también, por sobre todo, en los consultorios. La atención primaria es fundamental, en esa labor tienen que trabajar los médicos, las nutricionistas y las enfermeras”.
Para el past president de la Sociedad Chilena de Pediatría, Francisco Moraga, la solución no sólo depende del esfuerzo estructural que se establezca a través de políticas estatales.
A su juicio, el compromiso individual y ciudadano es fundamental a la hora de afrontar las responsabilidades de cómo nos alimentamos: “Las políticas estructurales que requiere el país están bien orientadas, pero no es suficiente, faltan muchas cosas. Tiene que haber un sentido de responsabilidad personal. Hay agrupaciones de patologías graves que reclaman porque les solucionen el problema, cuando por voluntad propia llegaron a eso”.
Moraga agregó, que a nivel país existen considerables diferencias geográficas y socioeconómicas de los índices de obesidad, siendo el sur y la población vulnerable los más afectados por este problema sanitario de alcance global.
Los niveles crecientes de sedentarismo, el alto nivel de sodio, azúcar y grasas saturadas, presentes en los alimentos, en conjunto con la deficiente información que el consumidor dispone de estos indicadores, son para el director ejecutivo de la Corporación para la Nutrición Infantil –Conin- Tito Pizarro, los principales problemas a que solucionar.
“El énfasis que hay que darle para derrotar a la obesidad, es disminuir la sal, el azúcar y las grasas saturadas en los alimentos. Hay que hacer un esfuerzo para que eso ocurra. Nuestras intervenciones deben ser en los primeros mil días de vida, desde el embarazo”.
Si bien los expertos no se declaran sorprendidos por el alza, ya que para ellos esto representa una tendencia de impacto global, resulta fundamental aunar esfuerzos desde el mundo individual y político para revertir esta pendiente al alza. Lo que más les preocupa, es la repercusión que una población que crezca obesa, pueda tener en un país que tiende al envejecimiento.
Universidad de Chile