Según muestra un metaanálisis.
Las mujeres que realizan ejercicio regularmente después de la menopausia tienden a conservar la fuerza muscular y la agudeza visual por más tiempo que las mujeres sedentarias, según muestra un metaanálisis que revela además que el mejor ejercicio es el que acelera el ritmo cardíaco.
"Todos los estudios mostraron que la actividad física estaba asociada con una disminución de la velocidad del deterioro cognitivo y que incluso comenzar a practicarla a edad avanzada reducía el riesgo versus el sedentarismo", dijo la autora Debra Anderson, de la Universidad Tecnológica de Queensland, Kelvin Grove, Australia.
Anderson y su equipo revisaron 21 estudios publicados entre el 2009 y el 2014 sobre el ejercicio o la actividad física en momentos de ocio en un grupo de mujeres de 65 años o más.
Diez estudios eran aleatorizados y algunos habían incluido programas físicos grupales orientados a ciertas metas de frecuencia cardíaca y gasto calórico. Otros habían utilizado programas de entrenamiento del equilibrio y la fuerza o clases de yoga.
La mayor actividad física siempre aparecía asociada con el retraso del deterioro cognitivo y una mejor aptitud física. El ejercicio también preservaba la salud cerebral, aunque los estudios no coincidían en la robustez de esa relación. Algunos habían llegado a la conclusión de que el funcionamiento del cerebro femenino a los 50 años anticipaba las dificultades mentales a los 60 y 70 años. Otros habían hallado que el deterioro mental estaba relacionado con el sedentarismo, según publica el equipo en Maturitas.
"Observamos que el ejercicio moderado a intenso es mejor que el ejercicio leve y suave", dijo Anderson por correo electrónico. "La respuesta al ejercicio moderado a intenso demostró que más era progresivamente mejor", agregó.
Las guías recomiendan que los adultos mayores realicen 30 minutos de ejercicio moderado cinco veces por semana, pero los autores sugieren que los médicos deberían pensar en "recetar" ejercicios más intensos a las adultas mayores.
"Nuestros resultados muestran que serían 30-45 minutos de actividad moderada a intensa por lo menos cinco veces por semana para las mujeres de mediana edad y las adultas mayores", precisó Anderson.
La idea de que transpirar ayuda al cerebro no es nueva, según comentó la neurocientífica Selena Bartlett, de la Universidad Tecnológica de Queensland, quien no participó del estudio pero colabora con Anderson en las investigaciones sobre la actividad física y la función cognitiva.
La especialista aseguró que la actividad física facilita el envejecimiento para todos, no sólo para las mujeres postmenopáusicas, aunque dijo que este grupo se beneficiaría especialmente. Los niveles de estrógeno disminuyen durante la menopausia y esa hormona preserva las células cerebrales y participa de la formación de nuevos recuerdos.
"En las mujeres postmenopáusicas, la intensidad es importante para la salud de la mente y el cuerpo", sostuvo Bartlett.
Reuters