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EQUIPO GREZ INICIA SU TEMPORADA CON DOS REGATAS

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En Estados Unidos.

Con dos importantes torneos en la agenda viajó anoche a Estados Unidos el Equipo Grez, integrado por los hermanos Benjamín y Cristóbal Grez Ahrens, quienes inician su segunda temporada internacional con el objetivo de convertirse en los primeros chilenos en clasificar a los Juegos Olímpicos a bordo de un velero de la clase 49er, la embarcación más espectacular y extrema de la cita de los cinco anillos.
Los regatistas de la Cofradía Náutica del Pacífico y seleccionados Fedevela, que actualmente ocupan el 75º lugar del Ranking Mundial ISAF (International Sailing Federation), participarán, en primera instancia en el Miami OCR (Olympic Classes Regatta), tradicional evento válido por la Copa del Mundo ISAF, que reunirá del 26 al 31 de enero a los más selectos veleristas del planeta; y permanecerán entrenando en Norteamérica, para competir luego en el Campeonato Norteamericano de Veleros 49er, a disputarse en Clearwater, del 5 al 8 de febrero.
“Nos hemos preparado intensamente para enfrentar esta nueva temporada, que será decisiva para nuestra campaña olímpica… Yo ya estoy recuperado de mi lesión al tobillo y esperamos partir de muy buena forma en Miami”, dijo el timonel, Benjamín.
“Entre las novedades de esta gira, destaca que viajaremos acompañados por el psicólogo deportivo argentino Juanjo Grande y que hemos generado una alianza con el equipo británico integrado por David Evans y Edward Powys, actualmente séptimos del mundo, con los que entrenaremos y navegaremos en conjunto”, agregó el proel, Cristóbal.

EL EQUIPO GREZ
Los hermanos Grez Ahrens, sobrinos nietos de la medallista olímpica Marlene Ahrens, en febrero de 2014 iniciaron su campaña para conseguir un cupo en Rio 2016, para la cual cuentan como aval con innumerables éxitos deportivos. Benjamín fue múltiple monarca en la categoría Optimist (para menores de 15 años) y ha sido el único chileno que ha conseguido el vicecampeonato mundial (2007, Italia), a lo que se suman sus medallas de bronce en mundiales de la categoría olímpica 420 (Junior 2009 y Adulto 2011), incluida su clasificación a los Juegos Olímpicos Londres 2012 en la clase 470. En tanto, Cristóbal, con sólo 26 años, exhibe en su palmarés el título nacional de Optimist 2002, plata juvenil en el Sudamericano de Láser 2004, vicecampeonato en el Sudamericano 2006 de veleros Lightning, y Top Ten mundial y medalla de bronce en los Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011 en la modalidad J-24.
Benjamín, de 22 años, congeló su carrera de Ingeniería en la Universidad Católica y Cristóbal, de 27 años, renunció a su trabajo como Ingeniero Comercial en MBI Inversiones, para dedicarse al ciento por ciento a este proyecto.
La edad de ambos deportistas les permite proyectarse a largo plazo en la navegación y, por otra parte, les entrega la experiencia necesaria para lograr la hazaña de clasificar a Río 2016. Para ello, cuentan con el apoyo de la empresa privada, a través de MBI Inversiones, Clínica MEDS, Volvo y CORDEP, junto con el patrocinio de Broota y la Federación Chilena de Navegación a Vela, además del Instituto Nacional de Deportes.

EL BARCO
El 49er (en inglés, forty-niner), es un velero olímpico biplaza (para dos tripulantes), diseñado por el australiano Julian Bethwaite y definido como una revolución en la vela ligera internacional; entre otras cosas, porque ambos navegantes gobiernan y estabilizan la embarcación, mientras se cuelgan para contrarrestar la escora (la inclinación del bote) y utiliza un Spinnaker (vela globo) asimétrico de gran superficie.
Mide 4,995 metros de eslora (largo del casco), de manga (ancho del casco) tiene de 1,690 a 2,90 metros (posee alas retráctiles) y pesa de 62 a 92 kg. El mástil alcanza los 8,10 metros de altura y mientras su vela mayor cuenta con 15 m2 y el foque 6,20 m2, su gennaker (spi asimétrico) es de 38 m2.
Cuando apareció el 49er, muchos especialistas lo calificaron como un barco “imposible”. Algunos regatistas lo probaron y se sumaron a esa opinión. Era tan diferente de todos los demás… Sin embargo, en la actualidad es uno de los barcos de mayor prestigio en mundo, al que se le reconoce por haber añadido high performance, velocidad y espectáculo al deporte náutico, pues presenta un altísimo grado de exigencia a sus tripulantes y representa un gran desafío técnico y deportivo.