Que será sede del torneo planetario donde se entregarán pasajes para los Juegos Olímpicos 2016.
El Equipo Grez, integrado por los hermanos Benjamín y Cristóbal Grez Ahrens, ya se encuentra en Buenos Aires, preparando su participación en el Campeonato Mundial de veleros olímpicos 49er, que se disputará del 16 al 21 de noviembre próximo en la capital trasandina.
Después de tres semanas de intensa preparación física en Chile, los navegantes de la Cofradía Náutica del Pacífico (Algarrobo), actuales Top 50 del Ranking Mundial, viajaron por tierra al país vecino, donde permanecerán hasta el sábado 26 de septiembre, entrenamiento que repetirán del 12 al 26 de octubre y del 1 al 4 de noviembre, antes de competir en el Campeonato Sudamericano de la especialidad, que tendrá lugar del 5 al 8 de noviembre.
“Estamos empezando nuestro segundo ciclo del año y muy contentos, ya que prácticamente hemos logrado todos los objetivos que nos habíamos propuesto para esta temporada. Las tres semanas que estuvimos en Chile fueron intensivas en kinesiología y preparación física en Clínica MEDS. Nos vamos recuperados y con más energía que nunca”, señaló el proel chileno, Cristóbal Grez.
“El Campeonato Mundial será la segunda de tres etapas selectivas para los Juegos Olímpicos, y el Sudamericano será prácticamente un pre-Mundial. El hecho de estar cerca nos permite entrenar varias veces en la cancha del torneo, a diferencia de nuestras giras en Europa, donde sólo podemos llegar con unos días de anticipación. Hay que sacarle provecho a la cercanía”, agregó Benjamín, timonel de la dupla que cuenta con el apoyo de MBI Inversiones, Volvo, Clínica MEDS, CORDEP, Travel Security, Broota, la Federación Chilena de Navegación a Vela y el Instituto Nacional de Deportes.
EL EQUIPO GREZ
Los hermanos Grez Ahrens son sobrinos nietos de la medallista olímpica Marlene Ahrens y en febrero de 2014 iniciaron su campaña para conseguir un cupo en los Juegos Rio 2016, avalados por sus innumerables éxitos deportivos. Entre otros logros, Benjamín fue múltiple monarca en la categoría Optimist (para menores de 15 años) y ha sido el único chileno que ha conseguido el vicecampeonato mundial (2007, Italia), a lo que se suman sus medallas de bronce en mundiales de la categoría olímpica 420 (Junior 2009 y Adulto 2011), incluida su clasificación a los Juegos Olímpicos Londres 2012 en la clase 470. En tanto, Cristóbal exhibe en su palmarés el título nacional de Optimist 2002, plata juvenil en el Sudamericano de Láser 2004, vicecampeonato en el Sudamericano 2006 de veleros Lightning, y Top Ten mundial y medalla de bronce en los Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011 en la modalidad J-24.
Benjamín, de 22 años, congeló su carrera de Ingeniería en la Universidad Católica y Cristóbal, de 27 años, renunció a su trabajo como Ingeniero Comercial en MBI Inversiones, para dedicarse ciento por ciento a este proyecto.
La edad de ambos deportistas les permite proyectarse a largo plazo en la navegación y, por otra parte, les entrega la experiencia necesaria para lograr la hazaña de clasificar a Río 2016. Para ello, cuentan con el apoyo de la empresa privada, a través de MBI Inversiones, Clínica MEDS, Volvo y CORDEP, junto con el patrocinio de Broota y la Federación Chilena de Navegación a Vela, además del Instituto Nacional de Deportes.
EL BARCO
El 49er (en inglés forty-niner), es un velero olímpico biplaza (para dos tripulantes), diseñado por el australiano Julian Bethwaite y definido como una revolución en la vela ligera internacional; entre otras cosas, porque ambos navegantes gobiernan y estabilizan la embarcación mientras se cuelgan para contrarrestar la escora (la inclinación del bote) y utiliza un Spinnaker (vela globo) asimétrico de gran superficie.
Mide 4,995 metros de eslora (largo del casco), de manga (ancho del casco) tiene de 1,690 a 2,90 metros (posee alas retráctiles) y pesa de 62 a 92 kg. El mástil alcanza los 8,10 metros de altura, su vela mayor cuenta con 15 m2, el foque 6,20 m2 y su gennaker (spi asimétrico) es de 38 m2.
Cuando apareció el 49er, muchos especialistas lo calificaron como un barco “imposible”. Algunos regatistas lo probaron y se sumaron a esa opinión. Era tan diferente de todos los demás… Sin embargo, en la actualidad es uno de los barcos de mayor prestigio en mundo, al que se le reconoce por haber añadido high performance, velocidad y espectáculo al deporte náutico, pues presenta un altísimo grado de exigencia a sus tripulantes y representa un gran desafío físico, técnico y deportivo.