Para los fanáticos de las dos ruedas.
Las ventas de motocicletas siguen al alza, impulsadas en parte por la fuerte restricción vehicular que afecto al parque automotriz de la Región Metropolitana este invierno. Ante este incremento de motociclistas de temporada, hemos generado una serie de consejos de conducción, seguridad y mantención con el fin de orientar a los nuevos pilotos en dos ruedas para que tengan un viaje seguro.
Justo Verdejo, Subgerente Ventas Industriales Lubricantes ENEX:
• No usar lubricante de autos. Las motos usan un lubricante especialmente formulado para los vehículos de dos ruedas, ya que su función es lubricar el motor, el sistema de embrague húmedo y la caja de cambios. Los motores de motocicleta operan a revoluciones mucho más elevadas (rpm) y están sometidos a un mayor esfuerzo.
• El lubricante ideal para motocicletas es aquel que tiene alta estabilidad y muy poco o ningún aditivo que modifique la fricción, para que no interfiera con la debida operación del embrague húmedo. Si la fricción característica del aceite no es la correcta, el cloche se resbala, afectando la calidad del recorrido, y se desgasta en exceso.
• Nivel del aceite de motor. Si el motor está en buen estado, gastará muy poco aceite entre un cambio y el siguiente. Sin embargo, es muy importante comprobar que el nivel del aceite no baje de la marca mínima.
• Cadena de la transmisión. La mayoría de las motocicletas tienen transmisión por cadena a la rueda trasera. La cadena necesita estar bien lubricada y no tener demasiada holgura.
Reinaldo Meza, Jefe de Carrera Prevención de Riesgos de la Escuela de Comercio CCS:
• Comodidad y postura: La cantidad de puntos de apoyo de una moto es distinta a la de un auto -2 contra 4 de un automóvil-, por lo que el diseño y la ergonomía de la máquina es fundamental para lograr comodidad y seguridad al conducir. En ese sentido, es conveniente encontrar una posición natural donde los pies vayan apoyados correctamente encima de estriberas y reposapiés, con el objeto de ser capaz de pisar el freno trasero y la palanca de cambio sin necesidad de modificar su posición normal. Pasa lo mismo con las manos, pues al tomar el volante, los dedos deben sobrepasar el freno o embrague de la moto, haciendo fácil su manipulación.
• Accesorios: Si ya optaste por una moto, hay que tener en cuenta los accesorios que te protegerán al conducirla. Los más importantes son el casco de protección (buena visibilidad), chaqueta de seguridad (ojalá aislante para viento y agua, además de una buena ventilación), guantes (que protejan del frío o del calor dependiendo del clima) y una faja protectora.
• Frenado: Es fundamental para evitar accidentes, por lo que se recomienda hacer esta maniobra usando los dos frenos, delantero y trasero. Aunque el primero es el principal, el trasero sirve de apoyo. De esta manera, se sugiere frenar suavemente con el trasero para impedir que la moto de sacudidas bruscas, para después utilizar el freno delantero y así no perder la estabilidad.
• Curvas: Tomar curvas requiere de una técnica depurada y experiencia, por lo que se recomienda primero frenar, luego esperar la inclinación de la moto, pasar por la curva y salir finalmente de esta. Es primordial antes de tomar la curva ubicarse al exterior de ella, y al salir, “cortarla”, dirigiéndose hacia su interior.
• Adelantamiento: Por seguridad, el motociclista debe considerarse un vehículo más y ubicarse en el medio de la calzada. Jamás adelantar por la derecha. Una línea de conducción segura también incluye proyectar la vista en el horizonte, es decir, tratar de mirar 50 metros más adelante, anticipándose a las acciones que surjan en el camino.
• Visibilidad: Hacerse notar es un aspecto clave para evitar accidentes. Recordemos siempre que la moto es un vehículo “invisible”, por lo que nunca se debe dar por hecho que el resto de los automovilistas ya te percibieron. Hacerse visible frente al resto de los autos y maniobrar señalizando de forma correcta, puede marcar la diferencia.
• No ondular en la vía: Zigzaguear entre los autos es contra la ley, te expone a quedar en los puntos ciegos de los automovilistas y aumenta la posibilidad de perder el equilibrio y accidentarse. Si quieres correr a alta velocidad, existen circuitos acondicionados para esos fines.