En Puerto Natales.
Montañas, subidas y bajadas, curvas y contracurvas, calles y senderos y decenas de ciclistas por donde mires es el hermoso y místico paisaje, si le agregamos fuerza y pasión, tenemos la esencia del “Desafío Última Esperanza”.
Empezaba la semana y llegaban los participantes a Natales, con ganas de disfrutar “a concho” todo el esfuerzo invertido, días anticipados de vacaciones, viaje en avión y bus, paseos y todos los etcéteras que se te puedan ocurrir. Pero también llegaban con un poquito de temor, en esta odisea el clima es desconocido y el terreno a pisar es incierto, lo que no disminuye sus ganas.
El DUE comienza con la entrega del kit de carrera, es solo un proceso administrativo, pero que se ve realzado por los abrazos de un reencuentro con los amigos del año pasado, se reviven las historias y se sellan las alianzas para lo nuevo, la foto inmortaliza el momento que muestra que ya estamos en la puerta de partir.
Al alba del sábado parten los camiones rumbo al Serrano, allí se va una parte del equipo, la bicicleta, compañera inseparable de extensas jornadas, un par de horas más tarde salen los buses llevando decenas de esperanzas. A las diez y media en punto de una mañana soleada poco común en Magallanes, termina la cuenta regresiva y los pilotos se van en demanda de Puerto Natales en una serpiente multicolor rodando por la estepa patagónica, les esperan 90 kilómetros de tierra, huella y sendero; la competencia es dura y sin tregua para los que van “por la general”, ninguno especula y se mezclan en trenes de ruedas, piernas y velocidad con un objetivo claro, batir el record. Más atrás vienen los pelotones, buscan ubicarse bien en la competencia cumpliendo sus objetivos personales y disfrutar lo que la naturaleza nos regala. En meta recibíamos información de todos los puntos de control: va un grupo muy rápido. Así es como entra al velódromo de Puerto Natales el ciclista nacional Eyair Astudillo, cerrando el crono en tres horas exactas, un nuevo tiempo a vencer. A los minutos una gacela sobre ruedas abrocha el primer lugar de las damas, la magallánica Macarena Acuña se alza con el reinado de los 90K.
Al clarear el día domingo se ven ciclistas merodear la costanera, adoloridos y extasiados, los vemos más entusiasmados para dar comienzo al sendero, viene el barro, las subidas y las bajadas del “XC”, el disfrute del ciclista de montaña. Nuevamente las calles se tiñen multicolores con centenas de ciclistas recorriéndolas y la mente puesta en los 60K. Lucha sin cuartel por el liderato y otra vez Eyair hace su diferencia para arribar a la meta en primer lugar, adjudicándose el peldaño principal del podio. En las damas, la primera en arribar es la campeona nacional Chichi García, pero con el reloj en la mano, pues el día anterior Maca Acuña logró armarse de un colchoncito de tiempo, sabiendo que Chichi es experta en la montaña y le descontaría tiempo importante, se sufría dentro y fuera del circuito, pasaban los minutos y entra Macarena al velódromo con los minutos a su favor para quedarse con el primer lugar.
Terminaba este DUE y en las despedidas se multiplicaba la emoción y el sentimiento, nuevos amigo con nuevas historias, sumamos kilómetros de belleza en las ruedas y renovamos el amor por la bici…qué más podemos pedir?