Es beneficiosa su práctica siempre y cuando no se realice en forma excesiva y contando con todas las medidas de seguridad para cada deporte.
Los deportes de alto contacto, como por ejemplo, rugby, fútbol, artes marciales, basquetball o lucha, tienen cada vez más adherentes. Como todo ejercicio, son beneficiosos siempre y cuando no se realicen de forma excesiva y tomando todas las medidas necesarias.
No está claro si los deportistas aficionados, en comparación con los profesionales, son los que sufren más lesiones, pero según un estudio publicado por Clínica Mayo en la edición de diciembre de 2015 de Acta Nauropathologica, este tipo de práctica aumenta el riesgo de trastorno degenerativo en jugadores aficionados.
Los científicos descubrieron una cantidad importante y sorprendente de encefalopatía traumática crónica entre los varones que participaron como aficionados en deportes de contacto durante la adolescencia. Esta afección, cuando es grave, puede afectar el ánimo, el comportamiento y la cognición.
El doctor Gonzalo Fernández, deportólogo de ProDeporte de Clínica Alemana, comenta que “entre el 5 y 9 % de las lesiones por esta causa corresponden a contusiones cerebrales, destacando que un 30% de estas afectan a individuos entre 5 y 19 años”.
Si bien no hay una edad ideal para comenzar la práctica deportiva, en el fútbol se recomienda, por ejemplo, no cabecear antes de los 10 años.
Si bien no hay una edad ideal para comenzar la práctica deportiva, en el fútbol se recomienda, por ejemplo, no cabecear antes de los 10 años y evitar el contacto directo entre jugadores. Reglas similares se aplican para el rugby (evitar tackles), fútbol americano y artes marciales.
Las recomendaciones son:
- Usar casco o protección adecuada para el tipo de deporte que se practica.
- Evitar golpes a nivel cervical y de cabeza a cualquier edad, pero principalmente cuando se trata de menores de 15 años.
- Respetar las reglas del deporte.
- Si existe un episodio de golpe en la región cervical o cabeza, detener el entrenamiento o competencia y acudir de inmediato al médico.
El deportólogo recomienda una evaluación médica de tipo preventiva, al menos una vez al año; y aquí se evalúa si es necesario complementar con exámenes de mayor complejidad como, por ejemplo, un scanner de cerebro. Cuando se deja la práctica deportiva, es importante continuar los chequeos de acuerdo a la indicación del médico tratante.
Clínica Alemana