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Un niño obeso o con sobrepeso tiende a seguir siéndolo en la vida adulta, lo que aumenta la probabilidad de padecer otras enfermedades.
La obesidad infantil es uno de los problemas más graves del siglo XXI. Según datos de la Organización Mundial de la Salud, OMS, entre 1990 y 2014, la prevalencia de sobrepeso entre los niños menores de cinco años pasó de un 4,8% a un 6,1%.
También el organismo afirma que un niño obeso o con sobrepeso suele seguir siéndolo en la vida adulta con mayor probabilidad de padecer, a temprana edad, enfermedades cardiovasculares o diabetes.
Consumen porciones de comida grandes para su edad, ingiriendo más calorías de las que necesitan.
La doctora Vivian Rybertt, pediatra del Programa Crecer Liviano de Clínica Alemana, explica que las razones por las cuales un niño presenta obesidad son múltiples y que no se debe solo a un factor, sino que a la combinación de varios como sedentarismo, malos hábitos alimenticios, tomar diariamente bebidas gaseosas, preferir alimentos procesados, entre otros.
Según cifras del Programa de Alimentación Escolar Junaeb 2015, del Ministerio de Educación, entre un 27% -31% de los niños de prekinder a primero básico presentan sobrepeso; mientras que un 25% de los de primero básico tienen obesidad.
Características del niño obeso
Según la especialista en estos niños se puede observar:
Tienen malos hábitos de alimentación suelen elegir los alimentos más calóricos y rechazan la fruta y verdura.
No tienen horarios para alimentarse (picotean todo el día).
Consumen porciones de comida grandes para su edad, ingiriendo más calorías de las que necesitan.
Tienen libre disponibilidad de alimentos con altos en calorías, azúcar y grasas como galletas, dulces, papas fritas, otros.
Realizan poca actividad física diaria, pasan mucho tiempo frente a pantallas.
Los padres no perciben la obesidad del niño, lo ven como normal y sano.
Se recompensan con la comida ante cualquier situación que les cause preocupación o angustia.
Pueden tener problemas en el colegio al ser objeto de burla por parte de sus pares.
¿Qué hacer?
La Comisión para Acabar con la Obesidad Infantil de la OMS entregó su informe en enero de este año en el cual insta a adoptar medidas de alto nivel para hacer frente al tema calificándolo como problema sanitario.
Algunas de las recomendaciones de la Comisión son:
Promoción del consumo de alimentos saludables
Fomento de la actividad física
Atención pregestacional y durante el embarazo
Alimentación y actividad física en la primera infancia
Salud, nutrición y actividad física de los niños en edad escolar
Control del peso.
“Para detener la obesidad hay que enfocarse en las generaciones que vienen. La prevención parte desde el embarazo monitoreando el estado nutricional y los hábitos alimentarios maternos, el peso del niño que está por nacer y, además, promover la educación saludable en el primer ciclo básico, debido a que son más permeables y logran generar cambios en su núcleo familiar”, explica la pediatra.
Fanny Vásquez - Clínica Alemana
