Luego de vencer por penales 5-4 a Alemania en la final.
Brasil canceló su última deuda con el fútbol. El pentacampeón mundial ganó la medalla de oro Olímpica al vencer el sábado por penales 5-4 a Alemania en la final del fútbol masculino de los Juegos Olímpicos de Rio 2016 en el estadio Maracaná. Neymar definió el último de los tiros desde los doce pasos con los que la selección local se cobró además venganza parcial por la histórica paliza de 7-1 que los alemanes le propinaron en su casa en las semifinales del Mundial de 2014. El portero brasileño Weverton le atajó el disparo a Nills Petersen. El astro del Barcelona había puesto en ventaja a Brasil con un tiro libre a los 27 minutos, mientras Maximilian Meyer igualó a los 59, para sellar el 1-1 con el que terminó el tiempo reglamentario y la prórroga. Brasil, que había perdido las tres finales olímpicas previas que disputó, incluyendo la de hace cuatro años en Londres, construyó su victoria con la derecha de Neymar, las manos de Weverton y la defensa menos batida del torneo, pero también tuvo la ayuda divina de todo campeón con dos tiros de Alemania que dieron en el travesaño. Alemania, que ostentaba el ataque más demoledor del certamen con 21 tantos en cinco partidos previos, solo había perdido una de sus siete definiciones por penales previas en torneos grandes. En el duelo entre la defensa invicta de Brasil y el ataque de los alemanes, Serge Gnabry ganó en velocidad por izquierda y desborde mediante se la entregó a Julian Brandt, quien enmudeció al Maracaná a los 11 minutos con un fortísimo derechazo que dio en el travesaño. Cuando Brasil salió del letargo y empezó a insinuarse peligroso, la derecha bendita de Neymar clavó un derechazo al ángulo de tiro libre para delirio ensordecedor de 70.000 hinchas locales. El delantero lo gritó de cara a una de las tribunas señalando el piso y diciendo "yo estoy aquí", en lo que pareció una alusión a su ausencia por lesión en el anterior duelo con los alemanes hace dos años. Alemania, en su primera final olímpica, no se iba a resignar fácilmente. A los 30 el capitán Meyer quiso ejecutar a Weverton con un potente derechazo a la carrera, pero el arquero del Atlético Paranaense salvó su arco de la caída. Una falta a destiempo de Gabriel Jesús al borde del su propia área, casi le cuesta el empate. Tras la ejecución del tiro libre, Sven Bender anticipó de cabeza a los impasables centrales brasileños y otra vez el travesaño negó el gol a los alemanes a diez del descanso. El segundo tiempo transcurría en un ir y venir de ambos equipos sin mayor riesgo hasta que un mal despeje de Walace gestó el empate alemán. Jeremy Toljan escaló por derecha y zona de riesgo tocó para Lars Bender, que la dejó pasar y a la carrera definió Meyer. Fue el primer gol que recibió Brasil en seis partidos.