Con el pie derecho.
Tanya Uriarte, especialista en nutrición fitness y propietaria de Quinoa Fit & Food, admite que muchas veces se le llama dieta a no ingerir alimentos o restringir la cantidad de ellos con un fin estético. Sin embargo, “el objetivo debe ser tener un organismo saludable y una mejor calidad de vida, el verse bien y estar en el peso adecuado, según nuestra actividad física, edad, sexo, etcétera; es el resultado de vivir este estilo de vida”, expresa Uriarte.
La especialista sostiene que las grasas, los carbohidratos saludables y las proteínas, ya sean animal o vegetal, son tres componentes que no deben faltar en tu plato o despensa.
Además explica que lo más importante al iniciar una vida fit es ser consciente del cambio que tu cuerpo necesita.
“Para ello debés leer la etiqueta de información nutricional de los alimentos que comprés, así como conocer los nutrientes de todos los alimentos que comés”, señala.
De hecho, en un estudio realizado por Ingredion (uno de los mayores proveedores de ingredientes para la industria de alimentos a nivel global) se preguntó a los encuestados sobre la importancia que le daban a estar familiarizados con los ingredientes de sus alimentos, el resultado fue que hasta el 80% de los consumidores encuestados pensaban que era importante reconocer los ingredientes que aparecen en el etiquetado de su comida y bebida y aprecian de igual manera que la lista de estos ingredientes sea corta y simple.
Pautas
¿Cómo iniciar y disfrutar de un estilo de vida saludable? Tanya Uriarte propone en nueve tips cómo arrancar:
- Limpiar de productos no saludables la cocina: no podemos tentar nuestra fuerza de voluntad.
- Hay que comprar de forma consciente: leer fichas nutricionales de los productos que adquirimos, ingredientes y cantidades por porción.
- Comprar muchos vegetales, frutas y granos integrales: la alimentación se constituye por un 80-85% de productos naturales.
- Realizar pequeños cambios: para obtener grandes resultados, por ejemplo, la primera semana eliminar las harinas refinadas y el azúcar; siguiente semana eliminar las bebidas carbonatadas y enlatadas, alcohol, y así sucesivamente hasta eliminar de nuestra dieta los productos que no aportarán nutrientes a nuestro organismo. Poco a poco, es mejor que todo de una vez, porque así nos aseguramos que se vuelva un hábito y sea definitivo y permanente.
- Incorporar el ejercicio: se dice que para un estilo de vida saludable el protagonista es la alimentación con un 70% y el 30% lo complementa el ejercicio, elegir algún deporte que te guste, el compromiso es mantenerse activo.
- Llevar un registro de la cantidad de agua que se toma: pero como meta tomar un vaso de agua por hora.
- Hacer pequeñas comidas: cada tres horas para ir manejando la ansiedad y controlar tu apetito, incluye proteína en cada una.
- Relájate, trata de evitar: situaciones estresantes y duerme por lo menos de seis a ocho horas.
- Comida trampa: Aquellos alimentos no tan saludables no es necesario que los eliminemos por completo de nuestra dieta, dependiendo de nuestra actividad física podemos tener 1 o 2 comidas a la semana donde podemos darnos esos gustitos, aunque no lo crean esto es beneficioso para el metabolismo ya que esta comida es totalmente inesperada y nos alerta el sistema.
El Nuevo Diario