Unas sesiones de 'coaching' parecieron ayudar a evitar que el peso volviera, encontró un estudio.
Cualquiera que haya hecho una dieta sabe que el problema real viene más tarde, cuando hay que luchar con todas las fuerzas para evitar recuperar el peso perdido.
Ahora, un nuevo ensayo encuentra que un "coaching de dieta" regular podría ayudar a no recuperar el peso.
Las personas eran más propensas a mantener una pérdida exitosa de peso si participaban en una serie de sesiones de coaching después de la dieta, realizadas sobre todo por teléfono, dijo la autora del estudio, Corrine Voils, directora científica del Programa de Investigación sobre los Resultados Quirúrgicos de Wisconsin en la Universidad de Wisconsin.
Las personas que hicieron dieta y recibieron coaching solo habían recuperado más o menos una libra y media (0.7 kilos), en promedio, un año tras su pérdida de peso inicial, dijo Voils. Las personas que hicieron la dieta de forma exitosa que no recibieron el coaching de seguimiento recuperaron unas 5 libras (2.27 kilos).
Típicamente, la mayoría de personas tienden a recuperar el peso a un ritmo de unas 2 a 4 libras (0.9 a 1.8 kilos) al año, dijeron los autores del estudio en las notas de respaldo.
"El programa logró ralentizar la recuperación en ese periodo", dijo Voils.
Investigaciones previas han mostrado que las personas a quienes se enseñan unas habilidades conductuales específicas son más capaces de mantener la pérdida de peso, señaló Voils.
En este estudio, Voils y sus colaboradores combinaron varias de esas habilidades y las reforzaron de forma gradual en personas que habían hecho dieta con éxito durante un periodo de 42 semanas.
Los participantes eran 222 pacientes de clínicas de la VA en Carolina del Norte, que perdieron en promedio 16 libras (7.3 kilos) como parte de un programa estructurado para perder peso.
Tras su pérdida de peso, se asignó a esas personas al azar a recibir coaching regular de parte de dietistas o se les dejó que se las arreglaran solos.
El coaching incluyó unas pocas visitas en grupo al principio, pero se hizo una transición rápida a llamadas telefónicas regulares, comentó Voils.
"Comenzamos con contactos quincenales que luego se hicieron mensuales y por último cada dos meses", dijo.
El coaching abordó cuatro temas importantes para el mantenimiento de la pérdida de peso, comentó Voils.
El primero fue pesarse con regularidad para identificar cualquier aumento repentino de peso. Se pidió a los pacientes que reaccionaran si notaban que habían recuperado tres libras (casi 1.4 kilos).
"Cuando se recuperan tres libras, significa que se está en una trayectoria de recuperación de peso. Hay que retomar el esfuerzo para perder peso", dijo Voils. "Es más fácil recuperarse de un lapsus pequeño que de un lapsus de 20 libras (9 kilos)".
También se animó a los participantes a:
Hacer planes para las situaciones en que podrían recaer en los antiguos hábitos de alimentación, como las vacaciones, los viajes, las fiestas o los bufés en las iglesias.
Pedir a un amigo o familiar que les ayuden a mantener unos hábitos saludables que eviten que se recupere el peso.
Hacer una lista de los beneficios personales de la pérdida de peso que habían experimentado, como forma de mantenerse motivados.
Muchos programas para perder peso presentan una o más de esas estrategias, pero raras veces se combinan, y usualmente se enfatizan durante el periodo inicial de pérdida de peso, no como parte de un mantenimiento a largo plazo, dijo Voils.
Tras 42 semanas, no se intervino a los pacientes durante 14 semanas, y entonces los pesaron de nuevo para ver si habían experimentado algún aumento de peso.
Voils apuntó que el programa es de bajo costo (unos 276 dólares por participante durante 56 semanas), lo que lo convierte en una forma bastante barata de ayudar a las personas a mantenerse sanas y en buena forma tras un programa para perder peso.
"Podría haber una fase específica tras la pérdida inicial del peso en que esto podría resultar beneficioso", planteó Voils. "Hay una responsabilidad con la persona que le llama con regularidad".
El Dr. Donald Hensrud, editor de la "Dieta de la Clínica Mayo", dijo que el estudio "demuestra que algo de seguimiento durante este periodo mediante llamadas telefónicas podría resultar beneficioso".
Hensrud también es director del Programa de Vida Saludable de la Clínica Mayo, un programa de bienestar que ofrece seguimiento de parte de coaches durante entre seis meses y un año.
"No hemos hecho un estudio de investigación como éste, pero diseñamos [el programa] por motivos similares", dijo Hensrud. "Creemos que estar en contacto con la gente durante esta fase de mantenimiento es importante. La gente responde".
Voils no pudo decir si las personas que habían perdido peso requerirían ese tipo de coaching durante el resto de sus vidas para prevenir que recuperen el peso.
"Me encantaría hacer ese próximo estudio para averiguarlo", dijo.
El estudio fue financiado por el Departamento de Asuntos de Veteranos (VA) de EE. UU., y los resultados aparecen en la edición del 21 de febrero de la revista Annals of Internal Medicine.
© Derechos de autor 2017, HealthDay
Cualquiera que haya hecho una dieta sabe que el problema real viene más tarde, cuando hay que luchar con todas las fuerzas para evitar recuperar el peso perdido.
Ahora, un nuevo ensayo encuentra que un "coaching de dieta" regular podría ayudar a no recuperar el peso.
Las personas eran más propensas a mantener una pérdida exitosa de peso si participaban en una serie de sesiones de coaching después de la dieta, realizadas sobre todo por teléfono, dijo la autora del estudio, Corrine Voils, directora científica del Programa de Investigación sobre los Resultados Quirúrgicos de Wisconsin en la Universidad de Wisconsin.
Las personas que hicieron dieta y recibieron coaching solo habían recuperado más o menos una libra y media (0.7 kilos), en promedio, un año tras su pérdida de peso inicial, dijo Voils. Las personas que hicieron la dieta de forma exitosa que no recibieron el coaching de seguimiento recuperaron unas 5 libras (2.27 kilos).
Típicamente, la mayoría de personas tienden a recuperar el peso a un ritmo de unas 2 a 4 libras (0.9 a 1.8 kilos) al año, dijeron los autores del estudio en las notas de respaldo.
"El programa logró ralentizar la recuperación en ese periodo", dijo Voils.
Investigaciones previas han mostrado que las personas a quienes se enseñan unas habilidades conductuales específicas son más capaces de mantener la pérdida de peso, señaló Voils.
En este estudio, Voils y sus colaboradores combinaron varias de esas habilidades y las reforzaron de forma gradual en personas que habían hecho dieta con éxito durante un periodo de 42 semanas.
Los participantes eran 222 pacientes de clínicas de la VA en Carolina del Norte, que perdieron en promedio 16 libras (7.3 kilos) como parte de un programa estructurado para perder peso.
Tras su pérdida de peso, se asignó a esas personas al azar a recibir coaching regular de parte de dietistas o se les dejó que se las arreglaran solos.
El coaching incluyó unas pocas visitas en grupo al principio, pero se hizo una transición rápida a llamadas telefónicas regulares, comentó Voils.
"Comenzamos con contactos quincenales que luego se hicieron mensuales y por último cada dos meses", dijo.
El coaching abordó cuatro temas importantes para el mantenimiento de la pérdida de peso, comentó Voils.
El primero fue pesarse con regularidad para identificar cualquier aumento repentino de peso. Se pidió a los pacientes que reaccionaran si notaban que habían recuperado tres libras (casi 1.4 kilos).
"Cuando se recuperan tres libras, significa que se está en una trayectoria de recuperación de peso. Hay que retomar el esfuerzo para perder peso", dijo Voils. "Es más fácil recuperarse de un lapsus pequeño que de un lapsus de 20 libras (9 kilos)".
También se animó a los participantes a:
Hacer planes para las situaciones en que podrían recaer en los antiguos hábitos de alimentación, como las vacaciones, los viajes, las fiestas o los bufés en las iglesias.
Pedir a un amigo o familiar que les ayuden a mantener unos hábitos saludables que eviten que se recupere el peso.
Hacer una lista de los beneficios personales de la pérdida de peso que habían experimentado, como forma de mantenerse motivados.
Muchos programas para perder peso presentan una o más de esas estrategias, pero raras veces se combinan, y usualmente se enfatizan durante el periodo inicial de pérdida de peso, no como parte de un mantenimiento a largo plazo, dijo Voils.
Tras 42 semanas, no se intervino a los pacientes durante 14 semanas, y entonces los pesaron de nuevo para ver si habían experimentado algún aumento de peso.
Voils apuntó que el programa es de bajo costo (unos 276 dólares por participante durante 56 semanas), lo que lo convierte en una forma bastante barata de ayudar a las personas a mantenerse sanas y en buena forma tras un programa para perder peso.
"Podría haber una fase específica tras la pérdida inicial del peso en que esto podría resultar beneficioso", planteó Voils. "Hay una responsabilidad con la persona que le llama con regularidad".
El Dr. Donald Hensrud, editor de la "Dieta de la Clínica Mayo", dijo que el estudio "demuestra que algo de seguimiento durante este periodo mediante llamadas telefónicas podría resultar beneficioso".
Hensrud también es director del Programa de Vida Saludable de la Clínica Mayo, un programa de bienestar que ofrece seguimiento de parte de coaches durante entre seis meses y un año.
"No hemos hecho un estudio de investigación como éste, pero diseñamos [el programa] por motivos similares", dijo Hensrud. "Creemos que estar en contacto con la gente durante esta fase de mantenimiento es importante. La gente responde".
Voils no pudo decir si las personas que habían perdido peso requerirían ese tipo de coaching durante el resto de sus vidas para prevenir que recuperen el peso.
"Me encantaría hacer ese próximo estudio para averiguarlo", dijo.
El estudio fue financiado por el Departamento de Asuntos de Veteranos (VA) de EE. UU., y los resultados aparecen en la edición del 21 de febrero de la revista Annals of Internal Medicine.
© Derechos de autor 2017, HealthDay