Según información oficial 134 deportistas representan a Magallanes.
En el Club Estudiantes todo es felicidad. Cientos de rostros lo demuestran a cada paso. En todos los rincones se respira ilusión, alegría, expectativas, sueños. Los Juegos Binacionales de la Araucanía están a punto de comenzar y los mejores deportistas juveniles del sur argentino y chileno se dan el gusto de disfrutar de las últimas horas previas a las competencias.
Es el momento del encuentro, de la camaradería, del saludo. Son tiempos para comenzar a tejer relaciones, para iniciar amistades, para conocer las realidades de sus pares. Todos aprovechan la ocasión. Algunos más desinhibidos, prendiéndose en cada arenga; otros más cautos, observando las reacciones ajenas.
La inauguración oficial de la XXVIII edición de la tradicional competencia transcurre con gritos, aplausos, saludos. Los jóvenes disfrutan el desfile de las trece delegaciones, celebran especialmente cada vez que se hace mención a la «paridad de género» lograda para estos Juegos, ovacionan a la mascota Azmán y aplauden cuando los que toman la palabra abrazan al pueblo chileno en el difícil momento que le toca atravesar.
A la mayoría comienza a brillarle los ojos cuando ingresa la antorcha. Ese símbolo anuncia el cierre del acto formal y, junto al «juramento deportivo», marca la línea de partida. Algunos rostros cambian su semblante. Cuando dejan el gimnasio, muchos ya hablan de lo que sucederá al otro día, cuando se midan con sus pares en un recinto deportivo. Ya descubrieron otras caras, ahora es tiempo de conocer otros deportistas.
El acto.
Los XXVIII Juegos Binacionales de la Araucanía La Pampa 2019 comenzaron a vivirse oficialmente anoche con un acto inaugural desarrollado en tres sedes en simultáneo: Santa Rosa, General Pico y La Adela.
El evento central tuvo lugar en el Coliseo Celeste del Club Estudiantes, en el centro santarroseño, donde confluyeron representantes de cada una de las trece delegaciones.
Una a una fueron ingresando las siete regiones chilenas y las seis provincias patagónicas. Araucanía rompió el hielo y fue seguida por Aysén, Bío Bío, Chubut, Los Lagos, Los Ríos, Magallanes, Neuquén, Ñuble (hace su debut), Río Negro (el último campeón), Santa Cruz, Tierra del Fuego y La Pampa. El ingreso de los representantes locales despertó la mayor ovación.
Las banderas portadas por los deportistas Julián Barrientos (Argentina), Javiera Merino (Chile) y Camila Hoya (La Pampa) dieron lugar para la entonación de los himnos de los dos países y para el primer «¡Chi, Chi, Chi; viva Chile!» de la semana. La aparición de la mascota oficial, Azmán, terminó de levantar a las abarrotadas tribunas.
La ministra de Desarrollo Social de la provincia, Fernanda Alonso, dio la bienvenida oficial en nombre del gobierno pampeano y de su máxima autoridad, Carlos Verna, y agradeció desde el primero al último colaborador por su aporte para la concreción de estos Juegos.
«Nuestro corazón está con ustedes», dijo al referirse al difícil momento que atraviesa el pueblo chileno; destacó una inversión de casi 45 millones de pesos en infraestructura y de otros 30 millones para la logística diaria que hizo la provincia; remarcó la paridad de género que se consiguió con el ingreso del fútbol y el ciclismo femenino a las competencias; además de subrayar la creación de la APP para seguir las competencias. «Ha llegado el momento de disfrutar», cerró.
A su turno, el presidente del Consejo Ejecutivo de los Juegos, Walter Ñoquepán, agradeció a los pampeanos por el recibimiento y por el esfuerzo para la organización de los que consideró como «los mejores juegos de Sudamérica».
El cierre fue para el «juramento deportivo» realizado por cuatro atletas y para el encendido del pebetero de los Juegos, que estuvo a cargo de la jugadora de voleibol Balbanera Ulla, una de las mejores deportistas de La Pampa. Los Juegos ya están en marcha.
La Arena
En el Club Estudiantes todo es felicidad. Cientos de rostros lo demuestran a cada paso. En todos los rincones se respira ilusión, alegría, expectativas, sueños. Los Juegos Binacionales de la Araucanía están a punto de comenzar y los mejores deportistas juveniles del sur argentino y chileno se dan el gusto de disfrutar de las últimas horas previas a las competencias.
Es el momento del encuentro, de la camaradería, del saludo. Son tiempos para comenzar a tejer relaciones, para iniciar amistades, para conocer las realidades de sus pares. Todos aprovechan la ocasión. Algunos más desinhibidos, prendiéndose en cada arenga; otros más cautos, observando las reacciones ajenas.
La inauguración oficial de la XXVIII edición de la tradicional competencia transcurre con gritos, aplausos, saludos. Los jóvenes disfrutan el desfile de las trece delegaciones, celebran especialmente cada vez que se hace mención a la «paridad de género» lograda para estos Juegos, ovacionan a la mascota Azmán y aplauden cuando los que toman la palabra abrazan al pueblo chileno en el difícil momento que le toca atravesar.
A la mayoría comienza a brillarle los ojos cuando ingresa la antorcha. Ese símbolo anuncia el cierre del acto formal y, junto al «juramento deportivo», marca la línea de partida. Algunos rostros cambian su semblante. Cuando dejan el gimnasio, muchos ya hablan de lo que sucederá al otro día, cuando se midan con sus pares en un recinto deportivo. Ya descubrieron otras caras, ahora es tiempo de conocer otros deportistas.
El acto.
Los XXVIII Juegos Binacionales de la Araucanía La Pampa 2019 comenzaron a vivirse oficialmente anoche con un acto inaugural desarrollado en tres sedes en simultáneo: Santa Rosa, General Pico y La Adela.
El evento central tuvo lugar en el Coliseo Celeste del Club Estudiantes, en el centro santarroseño, donde confluyeron representantes de cada una de las trece delegaciones.
Una a una fueron ingresando las siete regiones chilenas y las seis provincias patagónicas. Araucanía rompió el hielo y fue seguida por Aysén, Bío Bío, Chubut, Los Lagos, Los Ríos, Magallanes, Neuquén, Ñuble (hace su debut), Río Negro (el último campeón), Santa Cruz, Tierra del Fuego y La Pampa. El ingreso de los representantes locales despertó la mayor ovación.
Las banderas portadas por los deportistas Julián Barrientos (Argentina), Javiera Merino (Chile) y Camila Hoya (La Pampa) dieron lugar para la entonación de los himnos de los dos países y para el primer «¡Chi, Chi, Chi; viva Chile!» de la semana. La aparición de la mascota oficial, Azmán, terminó de levantar a las abarrotadas tribunas.
La ministra de Desarrollo Social de la provincia, Fernanda Alonso, dio la bienvenida oficial en nombre del gobierno pampeano y de su máxima autoridad, Carlos Verna, y agradeció desde el primero al último colaborador por su aporte para la concreción de estos Juegos.
«Nuestro corazón está con ustedes», dijo al referirse al difícil momento que atraviesa el pueblo chileno; destacó una inversión de casi 45 millones de pesos en infraestructura y de otros 30 millones para la logística diaria que hizo la provincia; remarcó la paridad de género que se consiguió con el ingreso del fútbol y el ciclismo femenino a las competencias; además de subrayar la creación de la APP para seguir las competencias. «Ha llegado el momento de disfrutar», cerró.
A su turno, el presidente del Consejo Ejecutivo de los Juegos, Walter Ñoquepán, agradeció a los pampeanos por el recibimiento y por el esfuerzo para la organización de los que consideró como «los mejores juegos de Sudamérica».
El cierre fue para el «juramento deportivo» realizado por cuatro atletas y para el encendido del pebetero de los Juegos, que estuvo a cargo de la jugadora de voleibol Balbanera Ulla, una de las mejores deportistas de La Pampa. Los Juegos ya están en marcha.
La Arena