Una alternativa con la llegada de un nuevo año.
Con la llegada del nuevo año, muchísima gente busca la forma de cumplir la resolución de comer de forma saludable.
El ayuno intermitente es una opción legítima que quizá deba tomar en cuenta, afirma una nueva revisión en la edición del 26 de diciembre de la revista New England Journal of Medicine.
"El estado de la ciencia sobre el ayuno intermitente ha evolucionado hasta el punto en que ahora se puede considerar como un método, junto con el ejercicio y los alimentos saludables, para mejorar y mantener la salud como una táctica de estilo de vida", comentó el autor sénior, Mark Mattson, neurocientífico de Johns Hopkins Medicine, en Baltimore.
Hay dos formas principales de adoptar el ayuno intermitente, dijo Mattson:
Una alimentación diaria en horario restringido permite comer durante unas pocas horas, usualmente de 6 a 8 horas al día.
El ayuno intermitente 5:2 requiere que las personas coman solo una comida de tamaño moderado en dos días de cada semana.
Cuando las personas hacen ayuno, queman lentamente la glucosa almacenada en su hígado, explicó Mattson. El hígado contiene unas 700 calorías en forma de glucosa.
"Se tarda entre unas 10 a 12 horas en usar las existencias de energía del hígado", dijo Mattson. "Entonces, lo que sucede es que se usan las grasas como energía".
Ese proceso se conoce como "cambio de metabolismo", y el patrón de alimentación con tres comidas al día que los estadounidenses favorecen no permite que sus cuerpos agoten las existencias de energía del hígado y hacer el cambio a la quema de grasas, advirtió Mattson.
En el nuevo artículo, Mattson y sus colaboradores resumieron las evidencias científicas actuales. Los estudios muestran que el ayuno intermitente puede:
Estabilizar los niveles de azúcar en la sangre, aumentar la resistencia al estrés y suprimir la inflamación.
Reducir los niveles de presión arterial y colesterol, y mejorar la frecuencia cardiaca en reposo.
Mejorar la salud del cerebro y la memoria.
"Si está pensando que el ayuno intermitente es una dieta de moda, en realidad ceo que es una opción bastante legítima", señaló Hannah Kittrell, dietista registrada y gerente de PhysioLab de Mount Sinai, una clínica de la fisiología de la nutrición y del ejercicio en la ciudad de Nueva York.
"El motivo es que no elimina ningún grupo alimentario del todo", aseguró Kittrell, que no participó en el estudio. "No le dice que no coma carbohidratos, o que no coma grasa. Solo modula el momento en que se come".
Kittrell dijo que su laboratorio evalúa distintas dietas al observar su base evolutiva, histórica y biológica, y que el ayuno intermitente aprueba las tres evaluaciones.
"Hay una base evolutiva, en el sentido de que los cazadores recolectores en esencia seguían una dieta de ayuno intermitente debido a la escasez de comida. No sabían necesariamente cuándo volverían a comer", apuntó.
El cambio de metabolismo descrito por Mattson refleja la base biológica del ayuno intermitente, y la historia está llena de ejemplos de humanos que realizan ayunos, dijo Kittrell.
"Ha sido usado por muchos motivos médicos y religiosos", apuntó Kittrell. "El Ramadán es un gran ejemplo de un ayuno intermitente prolongado".
En el trabajo, Mattson ofrece un par de ejemplos de recetas para incorporar el ayuno en la vida diaria.
Las personas que deseen probar la alimentación con un horario restringido pueden limitarse a un periodo de 10 horas durante cinco días por semana durante el primer mes, y luego reducir el periodo a 8 horas, y a 6 horas en los meses posteriores. La meta es alcanzar un periodo de alimentación de 6 horas siete días a la semana, escribieron los investigadores.
O las personas pueden comenzar haciendo ayuno un día por semana, con una comida en ese día de 1,000 calorías, y ampliarlo a dos días por semana en el segundo mes. La meta sería una sola comida de 500 calorías en dos días de cada semana.
Mattson y Kittrell advierten que es probable que se sienta incómodo mientras su cuerpo se adapta a su nuevo patrón de alimentación.
"Es muy similar a los programas de ejercicio cuando alguien es sedentario: tardan más o menos un mes en ponerse en forma mientras los sistemas orgánicos se adaptan al ejercicio", señaló Mattson.
Una persona puede tardar entre unas semanas y un par de meses en sentirse cómoda con el ayuno intermitente, comentaron Mattson y Kittrell.
"Si alguien típicamente desayuna, y mañana no come el desayuno, tendrá hambre y se sentirá irritable mientras se acerca la hora del almuerzo", dijo Mattson. "Si persiste, eso desaparece después de entre dos semanas y un mes. Es un aspecto práctico muy importante".
Tampoco espere resultados inmediatos: su cuerpo puede tardar unas semanas en adaptarse hasta el punto en que comience a perder peso y a experimentar una mejora en los indicadores de la salud, advirtió Mattson.
Los participantes también deben acordarse de que el ayuno no les da licencia para comer cualquier cosa que deseen, añadió Kittrell.
"Obviamente, de cualquier forma se debe seguir una dieta saludable", enfatizó Kittrell. "No es posible comer solo comida rápida pero estar sano porque hace ayuno intermitente".
Aunque Kittrell considera que el ayuno intermitente es una opción razonable de dieta, dijo que todavía hay mucho que aprender sobre el ayuno.
Por ejemplo, los estudios han mostrado que algunas personas responden mejor al ayuno que otras, aunque todavía no se comprenden los motivos, observó.
"Creo que es promisorio, pero todavía falta mucho trabajo antes de poder decir que el ayuno intermitente es 100 por ciento seguro y efectivo para que todo el mundo lo siga", dijo Kittrell.
Mattson, que ha ayunado durante 20 años, dijo que hay ciertos tipos de personas a quienes no les recomendaría la práctica: los niños, los adultos mayores y las personas que ya tienen un peso corporal muy bajo.
Se muestra de acuerdo con Kittrell en que se necesita más investigación sobre el potencial del ayuno para la salud.
En primer lugar, se puede plantear un argumento sólido de que el ayuno intermitente podría mejorar el tratamiento del cáncer, aseguró Mattson.
"Resulta qué, típicamente, las células cancerosas solo usan a la glucosa como fuente de alimento. No pueden usar las grasas", dijo Mattson. "Si se les ataca con fármacos de quimioterapia o radiación cuando la persona está ayunando, sus células de cáncer serán eliminadas más fácilmente".
Se están realizando varios ensayos para ver si el ayuno podría ayudar a tratar el cáncer, anotó Mattson.
Por Dennis Thompson
Reportero de HealthDay
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