Seis años y dos meses separaban a Carlo de Gavardo de Francisco Chaleco López. Por ello, el piloto maulino siempre miró al huelquin
o como un maestro. Cuando el triple campeón del Dakar en Side by Side comenzaba a triunfar en su adolescencia, el motociclista de KTM ya era un ídolo en el rally cross country internacional. También corrieron juntos más de una vez. Y este 14 de julio de 2022, día del nacimiento del Cóndor de Huelquén (1969-2015), ambos volverán a unirse por su gran pasión en el “Living de Chaleco”.
Lolol es la localidad donde se ubica el Museo del Automóvil a solo 33 kilómetros al sur poniente de Santa Cruz, en la región del Libertador Bernardo O’Higgins, donde Chaleco tiene su espacio. Junto a 10 motos históricas, cascos y otros recuerdos que instaló López Contardo el 26 de enero pasado, este jueves 14 se inaugura la “Vitrina de Carlo de Gavardo”.
El espacio contará con la moto KTM Rally Factory que fue ocupada durante el 2004 por De Gavardo en la conquista del segundo título Mundial de Rally Cross Country. La máquina es única en el planeta, ya que Carlo fue el piloto designado por el equipo austriaco para iniciar la transición de la moto de 690cc a 450cc, diseñada a la medida para él y que es la base de la moto que hoy cientos de pilotos conducen en diferentes competencias nacionales e internacionales como el Dakar y en el Mundial de Cross Country.
Así nació la moto KTM 450 Rally Factory que fue desarrollada desde su origen por Carlo de Gavardo, algo que solo en el ambiente se sabe, pero que en general se ignora, siendo la primera 450cc que realizó KTM Fabrica sobre la base de una estructura de 690cc con pistón, cilindro y biela de 450cc. Un prototipo único en el mundo que corrió Carlo y que desde este jueves 14 estará junto a las motos de Chaleco López en un lugar especial llamado “La Vitrina de Carlo de Gavardo”.
En el pretérito, cuando todos sus compañeros como Fabricio Meoni, Richard Saint, Isidre Esteve, Marc Coma, Ciryl Despres, David Casteu, Giovani Sala y Alfie Cox corrían en la KTM 690cc, la fábrica austríaca designó al chileno para desarrollar la futurista 450cc, pudiendo demostrar que con un motor más pequeño, de igual forma se podía competir de igual a igual.
En plena Sudamérica (Argentina y Chile) cuando se disputó el Rally por las Pampas en 2004, el chileno venció en una dura batalla a su compañero de equipo y segundo lugar en el Dakar 2002, el sudafricano Alfie Cox. De Gavardo fue uno de los pocos pilotos en ganar una carrera del Campeonato del Mundo de Rally Cross Country compitiendo contra las motos de cilindrada superior en una 450cc.
PALABRAS DE CARLO HACE 18 AÑOS
“Me siento bien y muy tranquilo, sé que se han dicho muchas cosas sobre el cambio de motor (a 450cc), pero esto no es algo nuevo para mí, pues se venía conversando desde antes del Dakar. Luego la idea quedó estancada y las reuniones de la FIM (Federación Internacional de Motociclismo) con las marcas de motos más importantes del mundo, reavivaron nuevamente sobre los objetivos de potenciarla".
“Es una moto confiable y muy bien pensada, ahora a través de los días iremos buscando los detalles a mejorar en el futuro. Creo que una sexta marcha podrá dar buenos resultados, pero eso lo sabremos una vez que entremos en el desierto".
PALABRAS DE FRANCISCO CHALECO LÓPEZ
“Hay que recordar que Carlo abrió las puertas de las fronteras del motociclismo nacional a través del moto enduro, primero, y del rally cross country, después. Fue su nombre y apellido el que quedó grabado en los eventos más importantes del rally mundial de motos, acompañado siempre por su padre, don Giorgio. Ambos fueron gravitantes para que otros chilenos participaran en certámenes internacionales, como también para que el Dakar estuviera por casi una década en Sudamérica y en Chile”.
“Quiero agradecer a Tomás, a Matteo, a don Giorgio y a la familia toda de De Gavardo por el gesto de entregar esta histórica moto para engalanar el Museo del Automóvil y en especial este modesto Living, donde nos imaginaremos a Carlo sentado en aquel sillón observando a los visitantes con su sonrisa eterna y mirada picarona… Y por qué no, cuidando de nuestros tesoros de dos ruedas que nos han dado tantos éxitos, éxitos que fueron gracias a los sueños y locuras de un piloto nuestro que fue un visionario, que supo ver más allá que todos, más allá de las fronteras y más allá de los mares”.