-El 5 de enero, López iniciará 14 días de intensa competencia, recorriendo casi 8 mil kilómetros a bordo de su Challenger.
Se acerca la carrera de rally más extrema del mundo con una nueva edición del Dakar 2024 a la vuelta de la esquina, que se extenderá entre el 5 y 19 de enero. Con ansias la espera Francisco Chaleco López, piloto nacional que ostenta un imponente historial, habiendo ganado 3 veces la carrera en la categoría Challenger y que hoy enfrenta su décimo tercer desafío. Para el atleta de Red Bull la previa al desierto es, sorprendentemente, la más dura. Asegura que sin una adecuada preparación mental es muy complejo tener éxito.
“Mi foco para esta edición es no cometer errores y que no me traicione la ansiedad. Hay que ser muy fuerte mentalmente para correr en el Dakar, ya que ocurren cosas que uno no tiene contempladas y ahí es cuando la mente te puede fallar”, señala. Para ello, López viene trabajando con Gilson Dos Santos, reconocido psicólogo deportivo, desde 2004, quien asegura haberle entregado herramientas imprescindibles para mantener una mente sólida y calmada a la hora de enfrentar las dunas, el calor y las complicaciones de esta implacable carrera.
Son 7.891 kilómetros los que componen la carrera, divididos en 12 etapas, en uno de los climas más hostiles del globo. Sin embargo, Chaleco asegura manejar bien las adversidades físicas sacando ventaja a través de los ejercicios mentales que ha ido practicando con los años.
“Trabajo mucho el manejo de ansiedad y el anclaje. Hay momentos arriba del auto en los que uno se va para todos lados. Ahí hay que decirse a sí mismo cálmate y respirar. Al respirar uno tiene un momento de tranquilidad, de decir para. Eso te va a llevar a un mejor camino”, declara el atleta Red Bull.
La versión 46° del Dakar viene con una particularidad especial: la etapa 6, denominada Crono 48H, que empieza el jueves 11 de enero. Los corredores tendrán cortada la comunicación con sus equipos y deberán encargarse por sus propios medios de cualquier reparación. Asimismo, estarán separados de sus rivales sin ninguna forma de saber si están perdiendo o ganando tiempo. Tras una noche acampando en el desierto, deberán completar lo que resta de los 532 kms de la especial hasta llegar al día de descanso el viernes 12 de enero. Sin duda, esto probará las capacidades tanto técnicas como psicológica de los pilotos.
“Cuando falla el auto y quedas parado, perdiendo tiempo, ahí es cuando uno se vuelve un poco loco. Pero la experiencia y los años dan tranquilidad. Es una etapa bien particular, un reto más. Lo bueno es que todos tenemos el mismo desafío y las mismas condiciones”, concluye el piloto maulino quien será acompañado por el navegante Juan Pablo Latrach.